El compromiso ético y corporativo de Nevaluz con la sostenibilidad está sustentado en dos ejes fundamentales: la circularidad de su proceso productivo y el consumo de energías renovables. Es así como conseguimos minimizar de manera significativa el impacto medioambiental de nuestra actividad.
Casi tres cuartas partes de los residuos generados en los procesos productivos de Nevaluz proceden de la transformación de nuestra principal materia prima, el aluminio. Gracias a la infinita reciclabilidad de este material, dichos residuos se recuperan en su totalidad a través de las correspondientes operaciones de reciclaje, que se efectúan en una de las plantas del grupo. De este modo, esos residuos son reintroducidos en la cadena productiva como aluminio reciclado.
Casi tres cuartas partes de los residuos generados en los procesos productivos de Nevaluz proceden de la transformación de nuestra principal materia prima, el aluminio. Gracias a la infinita reciclabilidad de este material, dichos residuos se recuperan en su totalidad a través de las correspondientes operaciones de reciclaje, que se efectúan en una de las plantas del grupo. De este modo, esos residuos son reintroducidos en la cadena productiva como aluminio reciclado.
Materiales como el aluminio, el plástico o el cartón, que han sido utilizados en la creación de objetos, son rescatados al final de la vida útil de estos para iniciar un proceso circular de recuperación. Así, un elemento destinado a su eliminación como residuo o deshecho, emprende un camino que le conducirá a convertirse en una materia prima.
Una vez recogidos a través de los correspondientes canales, los residuos son compactados y comprimidos, eliminándose el aire y el espacio existentes entre ellos. Los bloques que se crean con este prensado son mucho más fáciles de transportar en el resto del proceso de reciclaje, lo cual reduce la huella de C02.
Una vez recogidos a través de los correspondientes canales, los residuos son compactados y comprimidos, eliminándose el aire y el espacio existentes entre ellos. Los bloques que se crean con este prensado son mucho más fáciles de transportar en el resto del proceso de reciclaje, lo cual reduce la huella de C02.
En este paso, el aluminio en concreto se funde y filtra para que después pueda recibir su posterior moldeado en la forma deseada. Factores tales como la temperatura, la composición y la tensión son objeto de un control exhaustivo para obtener la mejor calidad y fluidez de esta materia prima.
Tras ser procesado, el aluminio liquido es vertido en moldes para formar bloques o cilindros, conocidos como billet. A partir de este punto, mediante un proceso de calor y presión, el billet se calienta y estira, bien para ser cortado e introducido en la prensa y que adopte la forma deseada, o bien para ser mecanizado mediante tecnología CNC, lo cual garantiza un proceso automatizado de alta precisión de la mano de maquinaria 4.0.
Tras ser procesado, el aluminio liquido es vertido en moldes para formar bloques o cilindros, conocidos como billet. A partir de este punto, mediante un proceso de calor y presión, el billet se calienta y estira, bien para ser cortado e introducido en la prensa y que adopte la forma deseada, o bien para ser mecanizado mediante tecnología CNC, lo cual garantiza un proceso automatizado de alta precisión de la mano de maquinaria 4.0.
En paralelo, el equipo de diseño e investigación de Nevaluz desarrolla nuevos productos y accesorios complementarios. Se asigna de esta forma un nuevo uso a un material que en su momento tuvo una determinada función, conforme a los resultados que arrojan la investigación y la innovación tecnológicas.
La extrusión permite transformar el aluminio en piezas compactas para la posterior creación de productos. Se hace pasar el aluminio precalentado a través de una matriz con la forma deseada. El mecanizado CNC es un proceso automatizado mediante el cual se realizan diversas operaciones sobre una pieza compacta de aluminio para crear las formas deseadas.
La extrusión permite transformar el aluminio en piezas compactas para la posterior creación de productos. Se hace pasar el aluminio precalentado a través de una matriz con la forma deseada. El mecanizado CNC es un proceso automatizado mediante el cual se realizan diversas operaciones sobre una pieza compacta de aluminio para crear las formas deseadas.
Consiste en la aplicación de pintura en polvo sobre el aluminio mediante un proceso electrostático. Una vez disparada la pintura, los perfiles se introducen en hornos de convección de aire para fundir la resina.
La pintura en polvo supone un salto de calidad y sostenibilidad en el producto final frente a la pintura líquida. De un lado, proporciona una protección mejor y más duradera ante los agentes corrosivos de la intemperie; de otro, su uso evita las emisiones a la atmósfera de compuestos orgánicos volátiles, altamente contaminantes.
El círculo se cierra con la creación y posterior montaje del producto. Como se ha podido constatar, cada proceso implica un paso determinante para completar el ciclo, que termina con la nueva vida útil que recibe un material que, de otro modo, como residuo, estaba abocado a acabar depositado en un vertedero o incinerado, con el riesgo cierto e inherente de contaminación del suelo, del medio hídrico o del atmosférico.
Correlativamente, este modelo circular, que trasciende del tradicional lineal (extraer-producir-consumir-tirar), reduce la extracción y consiguiente sobreexplotación de los recursos naturales.
El círculo se cierra con la creación y posterior montaje del producto. Como se ha podido constatar, cada proceso implica un paso determinante para completar el ciclo, que termina con la nueva vida útil que recibe un material que, de otro modo, como residuo, estaba abocado a acabar depositado en un vertedero o incinerado, con el riesgo cierto e inherente de contaminación del suelo, del medio hídrico o del atmosférico.
Correlativamente, este modelo circular, que trasciende del tradicional lineal (extraer-producir-consumir-tirar), reduce la extracción y consiguiente sobreexplotación de los recursos naturales.
El Reglamento (UE) 2024/1252 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de abril de 2024, por el que se establece un marco para garantizar un suministro seguro y sostenible de materias primas fundamentales, ha señalado entre sus materiales estratégicos al aluminio.
El aluminio combina su resistencia con una baja densidad, lo cual le hace más ligero y facilita su transporte. El aluminio presenta así un mejor balance, una mucho mejor relación resistencia-peso, por ejemplo, que el acero.
Paradójicamente, la oxidación del aluminio es una parte fundamental de su resistencia a la corrosión. Cuando una superficie de aluminio nueva se expone a cualquier agente oxidante, desarrolla rápidamente una película fina y dura de óxido de aluminio. Esta oxidación del aluminio es lo que lo hace tan resistente a la corrosión y le brinda esa durabilidad.
El aluminio es un metal relativamente blando. Es maleable, presenta asimismo un bajo punto de fusión y se puede estirar y deformar más fácilmente sin romperse, lo que posibilita su aplicación en cualquier etapa de nuestros procesos productivos.
Posee una alta reflectividad que le proporciona un buen aspecto estético y lo hace efectivo para su uso contra la luz y la radiación térmica. Reduce la percepción del calor, creando entornos más frescos y confortables.
No implica riesgos significativos para la salud. A diferencia de otros materiales, como el PVC, el aluminio puede soportar altas temperaturas sin arder ni liberar gases tóxicos.
Pero sin duda, la mejor propiedad del aluminio es que puede reciclarse de manera ilimitada sin que las restantes propiedades comentadas sufran merma alguna. El aluminio secundario, de segunda fusión o reciclado puede emplearse en las mismas aplicaciones que el primario, con la ventaja añadida y ya comentada de que en su producción solo es necesario un 5% del consumo energético que precisa la del primario. Esa infinita reciclabilidad asociada a una muy considerable reducción de emisiones a la atmósfera sitúa al aluminio secundario en una posición mucho más sostenible y respetuosa frente al medioambiente que otros materiales de reciclabilidad muy condicionada tanto por las propias limitaciones del elemento en sí como por la contaminación que se genera en el correspondiente proceso reciclador, tal y como ocurre por ejemplo con el PVC.